Varios operarios trabajan en equipos de frío en una de las plantas de Kide.
Kide, firma especializada en la fabricación de cámaras y equipos frigoríficos, paneles, puertas y secaderos, aborda una profunda transformación con el objetivo de concentrar toda su capacidad productiva en Berriatua. Para ello, invertirá un total de cinco millones de euros que le llevarán a ocupar un total de 5.000 metros cuadrados. Su apertura está prevista para finales de 2022 y el objetivo es condensar la producción de las plantas del grupo en Kunshan (China) y Arrona (Gipuzkoa). Este cambio se realizará en dos fases.
En la primera, la actividad de la sede de Kunshan –14 años en funcionamiento– se trasladará temporalmente a Arrona y en una segunda etapa, a partir de septiembre, todo se desarrollará en Berriatua. «En los parámetros de mercado actuales, con precios ajustados, en un sector maduro como el nuestro, con muchísimos competidores locales, no tiene sentido seguir en China», explican desde la cooperativa englobada en MCC.
Además, la compañía va a apostar por una nueva etapa centrada en la digitalización y la excelencia en el servicio de atención al cliente. «La innovación y la calidad en el servicio de la compañía van a ser nuestras señas de identidad», señalan. Asentada en el polígono industrial Gardotza, Kide lleva dedicada desde 1975 a la fabricación de cámaras frigoríficas, paneles aislantes, puertas, equipos frigoríficos y secaderos con una importante presencia a nivel internacional.
Según datos facilitados por MCC, sus más de 45 años de experiencia le han convertido en líder en el sector del frío a nivel nacional. Con fuerte presencia internacional y con una apuesta clara por la calidad y el medio ambiente, cuenta desde 1997 con la certificación ISO-14001. «Como integrante del Grupo Mondragón sigue los principios cooperativos, de manera que su trabajo está guiado por los objetivos de crecer de manera sostenible, generando riqueza y bienestar, y apoyo al desarrollo cultural de su entorno», detallaron las mismas fuentes.
Al igual que en otros sectores, la situación generada por la crisis sanitaria de la covid no ha resultado un buen escenario a nivel de negocio. «Por suerte, hemos podido mantener un nivel de actividad suficiente como para seguir avanzando y reforzar nuestra estrategia», señalan desde la dirección de Kide, según recogen en la Fundación Azaro, con sede en Markina que ha ayudado a la firma berritxuarra a presentarse a distintos programas de subvención.
«La diversificación de nuestro público objetivo, la evolución de la cadena del frío y, por supuesto, el gran trabajo de nuestro equipo han sido claves para llegar fuertes a 2022», destacan. En relación con la actual crisis energética, aseguran ser conscientes de que se trata de un problema muy presente en la vida de las personas y de las empresas.
En ese sentido, subrayan desde la firma que la principal consecuencia generada por ese problema es la inestabilidad de los precios y plazos de ciertas materias primas y lo que provoca tanto internamente como de cara a los clientes. Cómo medida para combatir ese desajuste energético, desde Kide apuestan por seguir optimizando los procesos de compra «y trabajar duro cada día para cumplir con las expectativas de los clientes en calidad y plazos».